Adorerai-je aussi ta neige et vos frimas,
Et saurai-je tirer de l'implacable hiver
Des plaisirs plus aigus que la glace et le fer?

Ciel brouillé, Les fleurs du mal, Charles Baudelaire

sábado, 27 de julio de 2013

Manzanas

El viento de Vetusta, caliente y perezoso, empuja la tarde. Y también a nosotros, verano adentro. Esta mañana, en el desayuno, he sentido un golpe seco en la tarima de la terraza. Ha sido una manzana, tan pequeña o tan grande como el puño de un niño, descolgándose del árbol. Un momento newtoniano en toda regla. Pero tengo claro que es el calor, no la gravedad, el que desmaya las manzanas, que caen muertas, mordisqueadas por las ardillas o acribilladas por los gusanos. Desde hace semanas hay una destilación de manzanitas, a ritmo tayloriano. Habremos recogido en el jardín lo menos trescientas, unas más rojas, otras verdes, otras rojiverdes. A veces una parece en buen estado, hasta que muestra la cara oculta picada de viruela. Poco que ver con las modélicas y fascinantes manzanas de Cezanne o de Steve Jobs. Alguna está roída hasta la nuez y entonces sonríes pensando en la ardilla satisfecha que andará durmiendo la merienda en lo alto de una rama.

Lola ha abierto los ojos.

viernes, 19 de julio de 2013

Chúpate esa, Merkel

Mañana vendrá por casa una estudiante alemana, filóloga de profesión, pero con experiencia en el cuidado de niños y mayores, para conocernos. Ella necesita alojamiento y nosotros una au pair para cuando nazca Lola. Mi siempre perspicaz esposa me hace notar la guasa que tendría, en el estado actual de cosas, que una alemana trabajara para una pareja de españoles. ¡Es un incentivo para la contratación, sin duda! Por lo pronto ya es ella la que nos hace madrugar. ¡Nos hemos citado a las nueve de la mañana de un sábado!