Como M ya se encuentra mejor hemos salido a tomar el brunch en el mercado. Había muchísima nieve, pero el frío no era insoportable. La salchicha casera de Murray's es olvidable, por cierto. Luego hemos ido a la National Gallery. La araña de Louise Bourgeois, idéntica a la que hay en Bilbao, estaba muy divertida con gorro y mitones blancos. Cerraba hoy la exposición dedicada a la fotógrafa canadiense Margaret Watkins. Yo no me había fijado en ella, y la hemos visitado por iniciativa de M. Ha sido excepcional. Es increíble que esta señora no sea más conocida. Tiene una inteligencia y una sensibilidad extraordinarias. Y su historia, con su voluntaria reclusión en las brumas de Glasgow, es de lo más sugestiva. Vuelvo a casa rumiando un artículo largo.
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