Qué distinta es la calma del verano de la del invierno. Bajo la espesa capa de nieve nunca se deja de percibir que el mundo está vivo y respirando. Nada que ver con esta canícula funeraria que ha sumido a la ciudad en el abatimiento y la semimuerte. Es la distancia que media entre el reposo abrigado y la postración sedienta y se entiende que el infierno siempre fuera representado como un caldero ardiendo. Vuelvo del trabajo y el sol castiga la plaza. Los árboles rinden sus copas. Un poco de viento se levanta pero no mueve más que el aire caliente y rarefacto. Es en esta época cuando el tacaño sistema de recogida de basuras de Ottawa (una vez por semana, recordemos) despide su peor defecto: la fetidez esparcida por todo el barrio. Despojos de pájaros mordisqueados por un gato y cadáveres de roedores en descomposición. Pero sobre todo está ese ruido intermitente, zumbido desagradable, como una cuchilla eléctrica, que suena con guiones largos metiéndose en tu cabeza. M y yo llevamos unos días haciendo cábalas sobre su procedencia y naturaleza: ¿es animal o mecánico? Más parece lo segundo. Como viene desde lo alto, creemos que puede originarse en alguna caja del poste de la luz. Algún resorte o mecanismo que salta siguiendo una lógica desconocida. ¡Quia! Preguntamos a Carmen, una vecina y resulta que son 'chicharras', o sea, las cigarras, que salen del cuento y se hacen parte de la vida. La banda sonora del verano. 'Ya las veréis caer muertas en septiembre' dice. 'Son enormes'. Corro a la Wiki y me entero de que todo el organismo de este insecto está diseñado para emitir estridencias, rumores galantes para atraer a la hembra. Es un sonido digno de alguna pieza dura de Cage o de Stockhausen. Aquí vuelven con su pitido irritante: zwzwzwzwzwzw. La verdad, cuando de pequeño uno lee la fábula de la cigarra y la hormiga, no se imagina que el canto de la primera fuese esto. O sea, que la hormiga no sólo se trabaja el sustento del invierno sino que además tiene que soportan el orfeón cigarrero. Vuelvo a casa y apunto: 'Lista de villanos: dientes de león, cigarras.' Las sigo escuchando. No hay que descartar que la cigarra hembra sea un poco dura de oído. Entre M con una expresión de satisfacción y dice: '¡Ah, y de ahí viene achicharrarse!'. Bien visto M.
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