Adorerai-je aussi ta neige et vos frimas,
Et saurai-je tirer de l'implacable hiver
Des plaisirs plus aigus que la glace et le fer?

Ciel brouillé, Les fleurs du mal, Charles Baudelaire

domingo, 16 de junio de 2013

Take this waltz

Ayer vimos Take this waltz, la última de la Polley, con la encantadora Michelle Williams en el papel protagonista. Buena. Muy buena. Trata de un asunto que siempre me ha interesado, y que podríamos llamar el caso de la heroína doblemente enamorada. Es el tema de una de mis películas favoritas, Brief encounter, de David Lean, y en cierto sentido, también de Lost in translation. Ella, felizmente casada, conoce a alguien por quien se siente irresistiblemente atraída; no es meramente sexual, es también la promesa de una afinidad de espíritu, de un amor total que colma las expectativas siempre insatisfechas de la vida. Sin por supuesto, dejar de amar al marido. Porque esa es la faena: constatar que el amor sincero y maduro hacia alguien no extingue el deseo sexual hacia otro, y lo que es peor, que se puede amar a dos personas a la vez (y no estar loco). Naturalmente, el tema de fondo es la responsabilidad y los riesgos de intentar cerrar la brecha que todos llevamos en el alma. En la película aparece un Toronto juvenil y desastrado, casi cutre, muy apetecible. Y qué decir de esta crítica totalmente desencaminada de Peter Bradshaw en The Guardian: dice que el trío protagonista le parece soso, abotargado y medio estúpido. No se ha enterado de que los personajes son canadienses, la película sucede en Canadá y está escrita por una cineasta de Toronto. Y todo ese abotargamiento que les atribuye no es más que la educada tristeza en la que flotan los canadienses. 

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