Adorerai-je aussi ta neige et vos frimas,
Et saurai-je tirer de l'implacable hiver
Des plaisirs plus aigus que la glace et le fer?

Ciel brouillé, Les fleurs du mal, Charles Baudelaire

viernes, 6 de abril de 2012

Primera visita a Toronto

Primera visita a Toronto, por trabajo y en muletas. Para M son cinco horas largas de conducción por una autopista sin alicientes, parando a comer en el McDonalds, que es de lo mejorcito. Luego, la ciudad impresionante, enorme, mesopotámica, a orillas del lago Ontario, que es como Portugal. Venidos desde la adorable y provinciana Ottawa, Toronto nos ha aplastado como insectos. Aquí la gente anda con otro porte, 'a la urbana', como dice M, sin tiempo que perder. Hay unos problemas de tráfico dignos de capital africana, que Nacho relaciona agudamente con el nacionalismo quebequés. Durante los años ochenta y noventa, la intransigencia lingüística y la marea secesionista hicieron que cientos de miles de anglófonos salieran despavoridos de Montreal y se afincaran en Toronto, que mutó de ciudad mediana a gran metrópolis sin que nadie hubiera pensado en cómo habría de crecer la urbe. De esto ya hablaremos otro día, cuando me lo sepa bien. Baste anotar que hoy se entra en la ciudad por un ovillo de autopistas y puentes escasamente inteligible y que por todos lados hay un baile de grúas levantando rascacielos. Son los llamados condos, la versión capitalista de la colmena soviética que me horrorizan. Se construyen más en Toronto que en ninguna otra ciudad de Norteamérica. Es un tipo de edificio que ya he visto en Vancouver. Profilácticos, acristalados, de colores desmayados que van del turquesa a la bata de hospital o puerro. Ya voy viendo que Nueva York es la única ciudad donde los rascacielos tienen gracia. Claro, porque son góticos, son catedrales, tienen ángel y gárgola, no como estos recortables de papel que colonizan la ciudad como eucaliptos de vidrio. La torre CN, en su momento la estructura más alta del mundo, es un palo de hormigón en forma de huso que sólo interesa desde la distancia. Pero esto son notas superficiales de un visita superficial. Nos dejamos todo por ver. Seguiré informando.

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