Adorerai-je aussi ta neige et vos frimas,
Et saurai-je tirer de l'implacable hiver
Des plaisirs plus aigus que la glace et le fer?

Ciel brouillé, Les fleurs du mal, Charles Baudelaire

sábado, 25 de agosto de 2012

Mr. Pickwick viaja a Merrickville

Siguiendo la margen del río Rideau, por la parte de Ontario, a cincuenta kilómetros de Ottawa, está Merrickville, population 1,027. Es lo que llamaríamos un pueblecito mono, acicalado y algo cursi, como vestido de polisón. Por supuesto, nada que impresione a europeos resabiados como nosotros. Hay tres o cuatro calles, farolas floreadas, dos iglesias de piedra, casitas de madera con veranda, aceras pulidas, colmados de pitiminí y posadas cotorronas. El pueblo se formó al arrimo de la construcción del canal, que lo bordea con sus compuertas. Entre sus habitantes se cuentan acuarelistas, ceramistas, ebanistas y turistas. Hoy estaba especialmente endomingado y bullicioso; tocaba la feria de antigüedades 'and nostalgia'. A propuesta del jefe, hasta allí nos hemos llegado, en plan Mr. Pickwick y cuadrilla. Junto a unos pocos quincalleros había anticuarios con oficio, y si no tuviéramos ya nuestras necesidades de mobiliario bien cubiertas, algo habríamos comprado. Bueno, de hecho algo hemos comprado: unas cajas antiguas de madera para munición y explosivos; he pensado que podría poner ahí los libros más subversivos de la biblioteca. O una planta; quedaría bien. Luego hemos ido a comer a un restaurante algo alejado, en Oxford Mills, de nombre Brigadoon, atiborrado de ancianos. La dueña es fanática de los objetivos decorativos, los estampados de cretona y la Reina Isabel, retratada en múltiples fotos colgadas de las paredes del figón. Pisábamos feudo realista; un sitio puramente british, podría estar en Bath o en el otro Oxford. El jefe y yo nos hemos comido un filetazo de bisón, atlético y sabroso pese a ser de granja, que nos ha dejado satisfechos, e incluso realizados. Junto a nuestra mesa había todo tipo de cachivaches, incluida una postal de un bailaor y bailadora ejecutando no sé qué palo con remite de Sant Feliu de Guixols. Conversación grata. Una buena excursión, en definitiva.



No hay comentarios:

Publicar un comentario