Adorerai-je aussi ta neige et vos frimas,
Et saurai-je tirer de l'implacable hiver
Des plaisirs plus aigus que la glace et le fer?

Ciel brouillé, Les fleurs du mal, Charles Baudelaire

miércoles, 30 de mayo de 2012

Quebequiana (V)

Sentados en el borde de la rotonda frente a la imponente Asamblea Nacional de Quebec, esperamos que alguno de los chavales que se han congregado agarre un megáfono y nos ilumine. Nos hemos infiltrado en la manifa vespertina contra la subida de las tasas universitarias, en plan trabajo de campo y travesura. Se sienta al costado Louise, una señora muy afable, "que no puede estar mucho tiempo de pie", carirredonda, bajita, gordita, veterana de la revolución tranquila, y que está muy contenta de que la gente joven vuelva a salir a la calle. Ve que somos turistas y nos lo cuenta todo de Québec. Le pregunto si hay comunidad anglófona en la ciudad. 'Sí, muy pequeña, y se la trata mejor que a ninguna minoría francófona fuera de Quebec. En Montréal son mayoría y hacen lo que quieren'. En realidad en Montreal los anglos también son minoría -unos 700.000 por 2.000.000 de francos- pero está mal que yo le corrija. Nos informa de que los anglófonos pueden ir a escuelas en inglés siempre que no sean inmigrantes; de todas maneras se debería enseñar antes -opina- la lengua aborigen de la región, porque el inglés ya lo aprenden en la calle. También nos dice que la batalla de los llanos de Abraham se perdió, helàs, porque un centinela se quedó durmiendo. Que los ingleses les obligaron a fusionarse con el Upper Canada para pagar las deudas de Ontario. Que mañana es el día de Victoria (cumpleaños de la reina Victoria, feriado en todo Canadá) y que obligados por ley a celebrar algo, ellos celebran le jour de patriotes, en homenaje a Papineau. Sé quien es Papineau, el héroe de 1837. Se queda muy impresionada. Ya sabes más que muchos de estos, me dice, señalando a la muchachada (¡zalamera!). Pasa un organizador con una bolsita de trocitos de fieltro rojo; sin dudar M y yo metemos la mano en la bolsa y nos prendemos uno de la solapa. Ya somos manifestantes, aunque hay uno fumándose un porro que nos mira con cara de sabernos intrusos. Preguntamos al mismo organizador qué dirección tomará la marcha. Nos lo aclara, y nos confiesa, con cara de resignación que él mismo la ha probado esta mañana y comunicado a la policía. 'Así todos los días, ya no se me ocurren muchos más itinerarios'. La manifa será conforme a las nuevas disposiciones; la bronca está en Montreal. Pregunto a Louise si habrá otro referéndum por la independencia. Mira al cielo y dice 'Lo interesante sería una elección refrendataria; que el Parti Quebequois fuera a las elecciones con un programa claro a favor de la independencia y la gente lo votara; si no, la gente lo vota para gobernar, pero en el referéndum sale no y así llevamos treinta años'. Luego da un dato sorprendente 'Quebec es la democracia más antigua del mundo' Aquí doy un respingo. Es muy curioso la cantidad de naciones, sobre todo oprimidas, que creen que inventaron el parlamento moderno: así me lo han informado, que recuerde, en León, Aragón, Cataluña, Holanda, Inglaterra, Irlanda, Escocia y Estados Unidos. (Por cierto, al parecer es Islandia la que tiene mejores títulos, pero poco se sabe). En cambio, lo que no nos dice Louise es que Cristobal Colón fuera de Quebec, que también tiene muchas patrias. En fin, la cosa se empieza a animar. Al fin un estudiante se sube a la cresta de la ola. Me acerco para escuchar mejor, pero no sólo consigo entender frases sueltas. Cita a Mitterrand, pero la cita se me escapa. Sí escucho, nítido "¡Antes nos batíamos por las tasas universitarias, ahora luchamos por los derechos fundamentales!" y a la tropa cantar a coro: 'Jusqu'à la victoire, une manif par soire!' Todo esto en unos días en que los comentaristas del país siguen poniendo a parir a los estudiantes: niños malcriados, los griegos de Canadá, etc. La cabecera de la manifestación avanza lentamente por una gran avenida. Veo que mi mujer se va con ellos. La tomo del brazo y le susurro 'M, que no, que no va con nosotros...'. Pero M ya se ha animado y quiere llevar el experimento hasta el final. Al final pactamos recorrer un trecho del recorrido. La gente es perfectamente civilizada. Pero me parece complicado que el gobierno de Charest vaya a claudicar. En el fondo en toda sociedad hay un grupo mayoritario que prefiere el orden a la justicia, si es que la subida de las tasas es injusticia, que no estoy yo seguro. También De Gaulle ganó por goleada a los sesentayochistas en referéndum.

 Foto poco comprometedora

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